Un día tropecé en el camino y caí...
Quedando embarrada en la escoria...
Escasas fueron mis fuerzas,
pero he sabido levantarme…
Lavé mi alma con lágrimas y Dios sanó mis heridas...
Entre sus brazos limpió mi esencia desgarrada y marchita,
Puliendo mis escombros con suaves caricias…
Me bendijo con una hermosa familia...
Un esposo maravilloso que cualquier mujer envidiaría,
unos hijos estupendos y hermosos
de los cuales puedo sentirme orgullosa de ser su madre...
Mas sin embargo,
la escoria seguirá siendo ESCORIA...
No todo aquel que diga ser tu amigo lo es...
Ni todo aquel a quien quieras ayudar se lo merece...
Total,
Como lo dijo un amigo:Total,
"Las palmas son mas altas,
y los puercos comen de ellas"...
Frida E. Masdeu
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