Somnis i Poemes

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Donde el paisaje se mezcla con las voces del alma...

viernes, 21 de febrero de 2014

CON AMOR…


Durante el recorrido transitorio por esta vida, me ha tocado experimentar situaciones dolorosas de enfermedad… pero las más quebrantadoras han sido cuando mis hijos han tenido que pasar por enfermedades “incurables”… ¿Y, Por qué? ... Porque muchas veces Dios permite el sufrimiento para que su gloria y poder sea manifestado!!!
Detrás de todo ese sufrimiento que solo una madre puede explicar, aunque por fuera parezca un roble, me he aferrado a Dios y a las palabras de un hombre sabio.
“La Biblia nos habla de la vida de un hombre sabio y muy próspero, Job. Era muy reconocido por todos por la forma tan especial en la que había conducido su vida, y era considerado temeroso de Dios y que contaba con su respaldo a juzgar por todas las bendiciones que le habían sido dadas.
Un día, el buen Job perdió todas sus riquezas y sus hijos murieron en una terrible tormenta de viento; sabía lo que significaba estar arruinado. Después, se vio atacado por una enfermedad que lo dejó cubierto de repugnantes llagas. Todo lo que le quedó fue su esposa y ella no hizo mucho para consolarlo. Qué triste debió ser para Job tener casi simultáneamente una serie de pérdidas, de bienes materiales, de salud, de sus hijos, su casa, su ganado, su riqueza, su status, su poder y credibilidad, el respeto y amor de su esposa, de sus amigos, todo lo perdió en un abrir y cerrar de ojos. 
El consejo de su esposa fue: ¡Maldice a Dios y muérete!. Job le respondió: “Si aceptamos los bienes que Dios nos envía, ¿Por qué no vamos a aceptar también los males?” Y la Biblia añade: “Así pues, a pesar de todo; Job no pecó”
Tres amigos fueron a visitar a Job, insistiendo en que algo muy malo debía haber hecho para que le sucediera esta tragedia. Pero estaban equivocados. Job no había hecho nada malo como para merecer el cruel tratamiento que recibió. Entonces, ¿qué razón hubo para su desgracia?
Job ha sido el más famoso ejemplo de lo que se conoce como “sufrimiento ejemplar”. Dios permitió que Satanás oprimiera a Job para demostrar la absoluta confianza de Job en la fidelidad de Dios. En medio de sus sufrimientos, Job rogaba: “Oh, ojalá mis palabras fueran grabadas, que fueran escritas en un libro” Dios cumplió con el pedido de Job, ya que millones han sido alentados por su historia, que aparece en el libro más leído del mundo, la Biblia. 
Al principio el sufrimiento ejemplar puede parecernos injusto. Como seguidores de Dios, en algún momento podemos ser llamados a experimentar aflicciones y pérdidas. Si las aceptamos con fe, como lo hizo Job, demostraremos al mundo que Satanás es un impostor y Dios, el único que verdaderamente nos ama y nos responderá en su completa fidelidad.
Dios nos ama, y necesitamos responder a su llamado confiando en Él. Nunca estaremos solos en el sufrimiento.
En medio de los problemas que parecen no tener solución, el llamado es a no alejarnos de Dios. 
Dios quiere consolarnos, la tristeza, miseria de la vida y las múltiples pérdidas que hemos tenido, suelen llevarnos a dudar del amor y del interés de Dios por todos nosotros. Pero Dios, es quien convierte el mal en oportunidades de crecimiento. “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales Él ha llamado de acuerdo a su propósito” 
Nuestro sufrimiento puede ser muy injusto, consecuencia de nuestras acciones, o simplemente no tener una respuesta que satisfaga nuestras inquietudes. Pero el cristiano sabe que aún en el dolor más intenso y la tristeza más profunda, Dios nunca nos abandona.
¿Por qué sufrimos? Quizás nunca lo sabremos, pero su promesa es que nunca nos defraudará. De cualquier forma, una buena explicación del por qué sufrimos no aliviará el dolor; nuestro consuelo y esperanza sólo se encuentran en Dios.
Aceptar la voluntad de Dios implica depositar nuestra fe y nuestra confianza en un Dios vivo que a pesar de que no entendamos muchas veces sus planes y decisiones, sabemos que nos ama y su voluntad siempre obra para beneficio de nosotros, implica también vivir cada circunstancia adversa estando dispuesto para aprender de Dios, y vivir con FELICIDAD independientemente de las circunstancias, con la profunda convicción de que Dios nos ama y está controlándolo TODO.” (Exodus Lat.)
Con amor... Yo ...


Mis amados hijos... la razón de mi vida.

“EL SILENCIO DE DIOS”

“EL SILENCIO DE DIOS”

Hace un tiempo, luego de encontrar este hermoso regalo documentado en fotos, pude empezar a entender muchas cosas que Dios en su momento dio a mi vida…
Contemplando esas hermosas florecitas, recolectadas clandestinamente de la jardinera de un hospital, atadas con los delicados cabellos de mis hijas para formar el más hermoso ramo de flores que he recibido… Unas tiernas palabras plasmadas en unos trozos de papel, que evocan preocupación y un amor genuino e inocente que los niños saben dar a su madre. Bellas imágenes que tejen parte de lo que soy y con esos “pequeños” pero infinitos gestos he aprendido a entender ese hermoso regalo que Dios otorga por medio de un milagro… pero que muchas veces nuestra ciega y sorda humanidad nos niega a entender.

Como hijos de Dios en algún momento de nuestras vidas nos ha tocado enfrentarnos a situaciones dolorosas, alguna pérdida, alguien amado que se adelanta a la última morada o alguna enfermedad de la cual es probable que nuestro entorno tenga que verse en la necesidad de pensar en la cantidad de café que habrá que hervir…
Cuando el padecer es en carne propia, no nos produce placer alguno pasar por sufrimiento, como es normal, a ninguno nos gusta sentir dolor…

Muchas veces solemos cuestionemos la posibilidad que en ese momento nuestro amado Dios se ha olvidado de nuestro bienestar. Otras, nos preguntamos si hemos hecho algo para merecerlo o solemos justificar nuestras vidas enumerando las cosas buenas que hemos realizado… Si asistimos a la iglesia, si somos obedientes a las cosas de Dios, si cumplimos en la mejor manera posible los estatutos y sus enseñanzas… e incluso, hemos llegado a decir que ese sufrimiento o enfermedad “pueden ser maldiciones” que traemos del pasado…
Nos llenamos de miles de conjeturas y respuestas, acudiendo a “pedir” a nuestro Creador para que nos quite el dolor, puesto que somos sus hijos y que dentro de sus promesas es tenernos con salud y bien…

Y ahí me encontraba yo, pidiendo para saciar mis necesidades humanas… Pidiendo y pidiendo en un contexto “humano”… noche y día llena de peticiones porque así nuestro amado Dios haría lo que deseaba mi corazón. 
Y no es que diga que orar a nuestro Dios noche y día sea malo, ¡¡¡ N O !!! 
al contrario, a nuestro Padre Celestial le agrada, nuestras oraciones son olor fragante para Él. Jesús dijo: “pedid y se os dará”… y Dios da… 

Como su hija, esperaba recibir lo que pedía, con la esperanza que ese dolor que minaba mi cuerpo fuera eliminado… pero, mi corazón se quebrantaba al sentir que Dios me olvidaba, pensando que no escuchaba mis oraciones, dejando mi cuerpo a la puerta de un posible viaje sin retorno… 
Me convertí en un costal de huesos quejumbroso… en espera de “ese milagro”
Lo digo porque así he sido muuuuuuuuuuchas veces aunque nadie lo notara, aunque por fuera mi sonrisa pintara el rostro y mis respuestas fueran: “estoy bien”… tantas veces que impedían escuchar con atención las respuestas que Dios había dado con tanto amor para mí.
Dios responde con poder y gloria, Él sabe cuáles son nuestras necesidades y deseos, pero también tiene un plan perfecto para nuestra vidas 
¡¡¡ P E R F E C T O !!!… 
Él siempre se manifiesta a nuestra frágil humanidad, siempre lo ha hecho en mi, pero esa sordera impedía escuchar ese maravilloso “SILENCIO DE DIOS”… 
Gastaba mis energías en pedir… ¡¡¡SÍ, PEDIR!!!… 
Pidiendo mal… pedía el milagro que mi ego quería, en lugar de pedir que Dios me mostrara el propósito que tenía para mi vida y los míos… ¿qué me quería decir? ¿cómo era ese milagro que me otorgaba?

Después del hallazgo de este tesoro maravilloso me pregunto: 
¿Qué hubiera sucedido con la humanidad si Dios en lugar de guardar silencio hubiera rescatado a su hijo amado de aquel horrendo sufrimiento?
“Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Mateo 27:46, Marcos 15:34
Dios tenía un plan PERFECTO para su hijo, volver a su infinita Gloria, y un regalo preciado para la humanidad, el “Milagro de Salvación”… aunque eso significara tener que guardar SILENCIO ante el clamor de sufrimiento de su amado hijo JESÚS.

Cuantos SILENCIOS Divinos he dejado pasar para por fin “escuchar” y ver la cantidad de milagros que con tanto amor Dios ha derramado en mi vida… y yo esperaba uno!!!…
Podría enumerarlos, pero no alcanzarían las páginas para describirlos a todos ellos. 
Pero, uno de los mayores milagros es la unidad en mi familia. Unos hijos maravillosos que si Dios hubiera cumplido mis anhelos, yo no podría hoy deleitarme al abrir una caja llena de recuerdos, cartas, detalles, muestras de amor, peticiones de oración por mi pronta recuperación, que mis hijos han realizado una y otra vez a lo largo de este tiempo… 
He aprendido a valorar ese “milagro de vida” viviendo cada día como si fuera el último, dando gracias en lo bueno y más aún por lo malo, porque eso es lo que me hace crecer.
He aprendido a aceptar las decisiones de Dios, a ver la enfermedad y sufrimiento como bendiciones… porque gracias a ello mis oídos poco a poco han sabido escuchar ese maravilloso:
“SILENCIO DE DIOS”…

Frida E. Masdeu




NO TE ENAMORES DE UNA MUJER ASÍ



NO TE ENAMORES DE UNA MUJER ASÍ
No te enamores de una mujer que lee, que sienta demasiado, de una mujer que escribe.
No te enamores de una mujer culta, mágica, delirante, loca.
No te enamores de una mujer que piensa. Que es segura de lo que sabe y no teme mostrarlo. No te enamores de una mujer consciente de lo que merece y ofrece sin meditarlo.
No te enamores de una mujer que grita, ríe y llora. Una mujer que disfrute hacer el amor, que entregue la esencia de su alma. Que sepa convertir en espíritu su carne.
No te enamores de una mujer que pinte ilusiones, llenando de colores tus sueños.
Mucho menos:
No te enamores de una mujer que AME LA POESIA!!! (Esas son las más peligrosas)
Una mujer que se quede admirando paisajes, fotografías, tus ojos, tus letras… la vida.
Una mujer que ame la música y sepa construir sueños con ella.
No te enamores de una mujer  creativa y rebelde, que conozca de futbol y de cultivar rosas, que haga ejercicio para estar saludable. De una mujer que sienta horror ante las injusticias. Una mujer que sea tu niña, tu dama, tu deseo y pasión.
De una mujer bella que disfrute la cocina y sepa un poco de medicina.
No te enamores de una mujer analítica y observadora.
No te enamores de una mujer que odie ver TV., y se deleite con el sonido de tu voz.
De una mujer que te diga que te ama a todo pulmón y que cuide tu corazón... tus sentimientos… más que a su vida.
NO QUIERAS ENAMORARTE DE UNA MUJER ASI.
Porque cuando te enamoras de una mujer así, se queda ella contigo para siempre…
AÚN ESTANDO AUSENTE.
Porque de una mujer así…
JAMÁS SE REGRESA....
Ella te hará sentir y vibrar, desear y saber… porque la entrega total y ser diferente, causa el efecto del verdadero sentido de la vida…
"EL AMOR" 
No te enamores de una mujer así…
Porque ELLA se quedará con tu corazón…
PARA SIEMPRE!!!

Anónimo... y YO.